Cuando nos enfermamos primero tratamos la dolencia o malestar con medicamentos sin receta. Si no mejoramos, vamos al médico. Este nos revisa, nos pregunta por condiciones pre-existentes y, una vez tiene un cuadro de síntomas y sospecha lo que pueda ser nuestro padecimiento, nos envía laboratorios y exámenes. Entre estos está la radiografía.
Igual, cuando en nuestros hogares algo no anda bien en el manejo del dinero, tratamos de resolver nosotros mismos el problema como si se tratara de un catarro que se cura con un medicamento sin receta.
Cuando eso sucede en mi hogar, buscamos recortar por algunos lados para balancear la entrada de dinero versus gastos. Al igual que a muchas otras familias, a veces no logramos tener suficiente dinero, por más que recortemos… Siempre surgen gastos inesperados como una emergencia médica, el carro dañado o algún electrodoméstico que deja de funcionar; que convierten en una pesadilla el delicado balance financiero de nuestro hogar porque no contamos con suficiente dinero.
Como te conté en mi escrito anterior, a mí un divorcio inesperado me dejó con una nueva realidad financiera que me hizo repensar la forma en que manejaba mi dinero. Y darme cuenta que el manejo de nuestras finanzas personales es muy importante y requiere más atención de la que yo le estaba dando.
En una columna publicada a principios de esta semana por el abogado y periodista Jay Fonseca, este comenta que parte del problema que tenemos como país en estos momentos se debe a que en las escuelas no se ofrecen las herramientas para dominar asuntos de finanzas tan básicos como el hacer un presupuesto personal. Esto a su vez hace que las personas desconozcan que partidas porcentuales de su salario o ingreso deben ir a hipoteca/renta, comida, auto, etc. Muchas personas han hecho como el gobierno, han tomado prestado (o usado las tarjetas de crédito habitualmente) y cuando se presenta una emergencia o situación inesperada, comienzan los problemas. Nadie te presta… al igual que al gobierno nadie le presta.
Afortunadamente, a nivel personal, podemos adoptar estrategias para enderezar nuestras finanzas. Entre estas está la creación de un presupuesto familiar. Presupuesto no es una mala palabra… Es algo que todos necesitamos. Es como una radiografía de nuestros ingresos y gastos. Cuando algo no anda bien y sientes que el dinero no te rinde, es hora de hacer un presupuesto personal. Un presupuesto es un plan escrito que te ayuda a ver o analizar a donde va tu dinero para poder decidir si necesitas hacer algunos recortes de gastos, comenzar alguna actividad que te genere más ingresos, o si es cuestión de emplear otras estrategias que te ayuden a rendir más tu dinero. Tal como menciona Jay Fonseca en su artículo, es hora de conocer más sobre el manejo de nuestras finanzas personales a través de talleres prácticos, como los que ofrece Edith desde el 2011, donde aprenderás como manejar tu dinero y a usar estrategias innovadoras que te ayudarán a desarrollar tu inteligencia financiera con el uso de cupones, pareos de ofertas y la creación de un presupuesto para compras de acuerdo a tus necesidades.
Entonces, ¿cómo se hace un presupuesto familiar o personal?
Para hacer tu presupuesto personal o familiar, comienza por juntar todas tus facturas y recibos por un mes. Yo reusé una carpeta tipo acordeón de los niños, donde puse todas las facturas y recibos. Le dije a mis hijos que si hacían algún gasto, guardaran los recibos para poder contabilizarlos también. Luego, sumé las partidas y comparé contra una hoja de presupuesto idóneo. Este reflejó que, aunque nuestros gastos son apropiados y ahorramos acorde a las partidas recomendadas por expertos en presupuestos y finanzas, es recomendable recortar gastos en las partidas de ropa y zapatos. Algo un poco complicado en un hogar con tres mujeres muy fashionistas; ya que la ropa y los zapatos son nuestra mayor debilidad y es fácil salirnos del presupuesto… pero, por lo menos estamos consientes y nos esforzamos por no pagar “precio completo” cuando compramos usando cupones de descuento y otras estrategias para tener un guardarropas de show con poco dinero.
Cuéntame, ¿tienes un presupuesto mensual? ¿Sueñas con alguna meta económica específica? Recuerda que un presupuesto te puede ayudar a conocer dónde estás parado con respecto a tus ingresos y cómo puedes trabajar para lograr tus metas económicas, a corto y a largo plazo. Estas son las crónicas de una mamá Guaynabita que también cuponea… ¿Cuál es tu historia? ¡Cuéntame!