Las Guaynabitas También Cuponean
por GuaynaboCityMom

Si pensabas que por tener un trabajo estable, ser la dueña de mi propia casa y poder criar a mis tres chicos en mi pueblo natal de Guaynabo no iba a cuponear, te equivocaste. Estas son las crónicas de una mamá Guaynabita que también cuponea…

No… No tomo café en Starbucks de Caparra todos los días. Tampoco voy al ‘beauty’  todos los sábados, ni mucho menos como sushi en Suchville semanalmente.  Contrario al estereotipo  que se ha creado en torno a la gente de Guaynabo, amo los especiales y las ventas. Me encanta cocinar en mi casa, y disfrutar de los espacios verdes y gratuitos que nos regala nuestro hermoso país. Mi meta es desarrollar inteligencia financiera mientras disfruto de un estilo de vida saludable.

Muchas personas tienen la noción equivocada de que para cuponear hay que tener necesidad económica, estar bien arrollao’ o no tener ni para chuparse un limber. La crisis económica se ha sentido en todos los hogares del país a mayor o a menor grado. El mío incluido.

Cuando el Sr. P (mi ex marido) se fue de la casa, pensé que el mundo entero se me caía encima. Aparte del trauma emocional que conlleva enfrentar un divorcio de la noche a la mañana y sin muchas explicaciones, no tenía ni idea de dónde estaba parada financieramente. Cuando me casé con el Sr. P, él ganaba cinco veces más que yo. Como ambos teníamos hijas de matrimonios anteriores, decidimos acogernos al régimen de las capitulaciones matrimoniales. Por ende, aunque vivíamos juntos, no estábamos revueltos; ya que cada cual conservaba su bolsillo aparte. Nos distribuimos las partidas a pagar de acuerdo a nuestros ingresos. Vivíamos desahogados y hacíamos ajustes cuando era necesario. Cuando él se fue de la casa, yo no tenía ni la más remota idea de nuestros gastos… La última vez que había hecho un presupuesto fue antes de casarme con él. El llevaba el grueso de las finanzas familiares y en ocasiones preparaba una hoja en computadora anotando nuestros gastos.  Yo solo me limitaba a responder sus preguntas con números y seguía mi vida tranquila.

Dos niños, dos perros y un gato más tarde, mi realidad económica era otra. Luego de llorar a moco tendido y no quererme levantar de la cama por tres días decidí enfrentar mi realidad de vida y financiera… La cual era totalmente desconocida. Mi hija mayor se aprestaba a graduarse de cuarto año y planificaba estudiar en una universidad en Estados Unidos. Los dos pequeños tenían 9 y 7 años.  En el medio de la debacle, mi fabuloso sedán japonés saldo fue chocado y me vi en la necesidad de comprar un auto nuevo; para lo cual no estaba preparada y no tenía crédito por que no había tenido necesidad de comprar nada en 10 años.

Pasé de ser una mujer enajenada, a vivir como le ha tocado a muchas madres divorciadas o solas… De cheque a cheque. Pero como las situaciones no son eternas, me armé de mucho valor y decidí aceptar nuevos retos profesionales y tomar trabajo adicional de consultoría. Poco a poco he sacado los pies del plato y he logrado muchas metas que en principio parecían imposibles. He decidido documentar mi jornada hacia el ahorro en el blog de Cuponeando PR porque creo que, al igual que yo, hay muchas mujeres que enfrentan retos financieros. ¿Por qué hacerlo aquí y no crear mi propio blog? Para comenzar, mi blog (GuaynaboCityMom) está enfocado en opinión y creación literaria. Segundo, parte de las estrategias que he empleado y emplearé por los próximos dos años están relacionadas al contenido del blog que escribe mi colega Edith Tapia. Mucho más que información de cupones, en Cuponeando PR encontré una red de apoyo y la forma de reinventarme económicamente hace 3 años, tras un complicado proceso de divorcio y custodia que me dejó literalmente sin un centavo en mi cuenta de ahorros. Cuponeando y siendo más consciente a la hora de comprar pude dar a mis hijos lo que necesitaban en momentos en los cuales mi ingreso no era suficiente y tenía que decidir qué iba a pagar ese mes. Sí, las guaynabitas también nos quedamos sin dinero. ¿Te identificas conmigo?

Presupuesto

No conozco mucho de finanzas e inversiones pero soy una voraz lectora y siempre busco quién me pueda orientar. Compré mi primer hogar hace un año sin dinero en mi cuenta de ahorros y en una situación de emergencia. No sabía nada de índice de crédito ni de préstamos hipotecarios, pero leyendo adquirí el conocimiento para efectuar la compra de mi casa.  Y en exactamente dos años espero haber ahorrado los $20,000 que necesito para comprar la propiedad en la que espero retirarme. Esa segunda propiedad es la que me motiva a escribir estas crónicas.

Hace 6 años identifiqué que deseaba adquirir una propiedad cerca del mar que pudiese ser mi segundo hogar; no solo para descansar, sino también que fuese un lugar donde retirarme y que pudiese alquilarlo a otros, mientras genera parte del pago de la hipoteca.  ¿Por qué hacerlo ahora? Pues porque estoy joven todavía. He visto de cerca las situaciones difíciles que enfrentan las personas retiradas cuando sus ingresos ya no son los mismos y tienen hipotecas que pagar y muchos gastos en un país donde el costo de vida es cada vez mayor. Si he decidido darle prioridad a algo en mi presupuesto hace una década, ha sido al retiro.

Rincon-PuertoRico

A través de mis entradas en Cuponeando PR espero poder inspirarte mientras te cuento sobre mi jornada hacia alcanzar mis metas financieras cuponeando, consultando con expertos sobre finanzas, aprendiendo y ahorrando.

Y tú, ¿Por qué comenzaste a cuponear? ¿Qué otras estrategias de inteligencia financiera utilizas en tu diario vivir? ¡Escríbeme! Me gustaría conocer tu opinión.