Mientras la mayoría de las personas descansa un domingo en la mañana, una elegante señora Guaynabita impecablemente arreglada, con prendas de diseñador y una cartera Burberry negra, está haciendo una compra de más de $55.00 por menos de $15.00 en una famosa farmacia americana. Unas horas más tarde, en un lugar no muy lejano, esta misma mujer busca en su teléfono celular un cupón electrónico mientras hace la fila en un centro de reparaciones de auto muy conocido. Al momento de pagar, ahorra $12 adicionales en el servicio que ha recibido su auto gracias a ese cupón que mostró desde una aplicación móvil. A simple vista nadie sospecharía que esta elegante mujer ahorra una gran cantidad de dinero en sus compras de diario y servicios. Pero las cajeras que la atienden siempre sonríen preguntándose: ¿Cómo lo hace?

Guaynabita Cuponista

Esta madre profesional sabe que es posible vivir bien en temporada de crisis. Ella aplica estrategias que le ayudan a estirar el peso y escoge correctamente en qué va a gastar su dinero.

  • ¿Comidas en la calle? Te aseguro que ella cocina en su casa la gran parte del tiempo y no gasta lo que tanto sacrificio le ha costado en un almuerzo.
  • ¿Membresía de gimnasio? Ella sabe que ejercitarse no requiere equipo sofisticado ni dejar el equivalente a la compra de comestibles de una semana en una mensualidad que pocas personas tienen la disciplina de usar.
  • ¿Dejar una porción de su quincena en la lavandería? Tampoco lo hace. Ella es muy cuidadosa cuando escoge su ropa, verificando la etiqueta para asegurarse que no tendrá que pagar por el lavado de tintorería de este.

Esta mujer profesional de clase media alta es una cuponista que siempre analiza antes de comprar algo. No se deja llevar por impulsos, ni se sale de su presupuesto. Mas bien piensa: ¿Es útil? ¿Lo utilizaré muchas veces? ¿Vale la pena pagar un poco más por esto, solo porque es de marca o por que tiene garantía de servicio? ¿Puedo comprar algo de un precio inferior que dure y me ofrezca lo mismo que estoy buscando?

Ella ha hecho una radiografía a su presupuesto… Para ella es muy importante establecer claras las prioridades económicas personales y del hogar, de acuerdo a las necesidades y etapa de vida en que se encuentra. Después de todo… El dinero no crece en su huerto casero… Le ha costado mucho trabajo ganárselo como para tirarlo.

Así como esa señora de la cartera Burberry ahorró sobre el 70% en su compra y obtuvo un buen descuento en su servicio de auto, habemos miles de mujeres profesionales que día a día aplicamos Inteligencia Financiera en el manejo de nuestros bienes.

Siendo YO (Brenda Reyes) esa mujer de la que hablamos hoy, los comentarios de quienes piensan que una mujer profesional no tiene por que usar cupones de descuento nunca me han hecho gracia. Inclusive, tengo un compañero de trabajo que, tras verme en un reportaje de prensa escrita, goza vociferando “¿Trajiste cupones?” cada vez que nos cruzamos en la oficina. Muchas personas desafortunadamente asocian el uso de cupones y descuentos con carencia económica, cuando es al revés. La persona que utiliza cupones de descuentos sabe que cuenta con un presupuesto específico, el cual debe administrar para poder proveer a su hogar y darse los lujos y gustos que ha establecido como importantes y que aportan a su calidad de vida. ¡Se trata de Inteligencia Financiera! Se trata de ser astuto manejando el dinero.

En días recientes mi vehículo tuvo un desperfecto y tuve que correr al mecánico para cambiar la batería y hacer el cambio de aceite y filtro de rutina. Aunque había escogido el modelo de batería más caro de la línea, esta tuvo que ser reemplazada por una nueva a un costo mínimo. Y aunque el cambio de aceite y filtro no saldría muy costoso, de igual forma, busqué un cupón digital de coupons.com mientras hacía la fila para mostrarlo a la cajera y ahorrar aun más en el servicio automotriz. ¡Eso no me resta! En todo caso demuestra cuan astuta soy.

¡No todo lo que brilla es oro, ni todo lo que vemos es la realidad!

He conocido personas que con un salario estrecho viven mejor que personas con mucho dinero. De igual forma he conocido personas que viajan y disfrutan mucho cenar afuera y no tienen con qué pagar su hipoteca. La próxima vez que veas a una “guaynabita” cuponeando, puede que sea alguien que tiene sus metas económicas bien establecidas. Tan bien establecidas como yo con ese apartamento de playa que pienso adquirir para disfrutar de mi retiro con todo el dinero que economizo en mis gastos diarios.

Cuéntame… ¿crees que hay que gastar una fortuna para vivir bien?